Las Naciones Unidas lanzan el 9 de Diciembre una nueva convención global contra la corrupción
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción define nuevos estándares y marca un avance para facilitar el reembolso de fondos ilícitos enviados al extranjero. Su éxito depende de la voluntad política y del compromiso de supervisar su implementación.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la cual se firmará mañana en Mérida, México, es un hito para los esfuerzos globales para combatir la corrupción, dice Transparency International, la organización no-gubernamental líder en el mundo dedicada a poner freno a la corrupción. La ceremonia de la firma de la Convención el 9 de diciembre, recientemente designado Día Internacional contra la Corrupción por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es el resultado del esfuerzo llevado a cabo por 129 países durante 3 años para actuar a nivel global en contra de la corrupción.
"La Convención proveerá un conjunto de estándares y medidas integrales para promover la cooperación internacional y esfuerzos locales en la lucha contra la corrupción" anunció hoy en Mérida Peter Eigen, Presidente de Transparency International. "La Convención aborda la insuficiencia en dos de las herramientas más importantes para combatir la corrupción a nivel internacional: asistencia legal mutua y repatriación de fondos enviados al extranjero por funcionarios públicos corruptos" dijo Eigen.
La convención de la ONU proveerá un sistema efectivo de asistencia legal mutua. Esto simplifica la persecución de casos de corrupción transnacionales. Casos tales como Elf Aquitaine en Francia y el proyecto Lesotho Highland Water son excepciones poco habituales, donde abogados persistentes han alcanzado resultados tras años de esfuerzos. Habitualmente los casos son abandonados por falta de cooperación desde el exterior, lo que hace casi imposible seguir la ruta del dinero pagado en sobornos.
Con la Convención de las Naciones Unidas se espera también que los fondos transferidos al extranjero por líderes corruptos (los casos más famosos se han llevado a cabo contra Abacha, Taylor, Mobutu, Fujimori, Bhutto y Suharto) se puedan devolver a los países de origen y ser usados para el bienestar de sus ciudadanos. Esta es, además, pionera en incluir en un instrumento legal internacional el concepto, la descripción y los procesos para cooperación internacional en la recuperación del dinero robado de esa manera. La Convención establece el derecho de aquellas personas que han sufrido daños por la Corrupción de iniciar acciones legales contra los responsables.
A pesar su potencial, la Convención no incluye un proceso para asegurar una implementación efectiva. "El error de no abordar la supervisión, o de decidir considerarlo en los próximos años, es la falla más seria de la convención" dice Peter Rooke, miembro del Consejo Asesor de TI. La experiencia de otras convenciones anti-corrupción, la de la OCDE, del Consejo de Europa y la de la Organización de Estados Americanos, ha demostrado de forma clara que la supervisión es algo esencial para asegurar que las acciones diplomáticas se transforman en acciones gubernamentales contra la corrupción.
Durante los tres años de negociaciones, la Convención de las Naciones Unidas se fue debilitando de otras formas: un artículo importante que requería a los estados firmantes asegurarse de que la financiación de los partidos políticos fuera transparente y justificada, fue reemplazada por una medida optativa débil. La iniciativa para que los diferentes estados declaren el soborno como un delito no se hizo obligatoria. De todas formas, la inclusión del tema de la corrupción en el sector privado, a pesar de que no haya un acuerdo en medidas obligatorias específicas, subraya que la corrupción corporativa es una preocupación importante a nivel global.
Transparency International participó en todas las sesiones de negociación de la Convención y está comprometida a apoyar el proceso de seguimiento tras su firma en Mérida. TI y sus 90 Capítulos Nacionales cuentan con gran experiencia en el monitoreo de las convenciones anti-corrupción existentes. "Crear un mecanismo de monitoreo efectivo y constructivo lleva tiempo" Dice Peter Rooke," pero TI cree que puede contribuir en este proceso".
"La próxima tarea importante es lograr que los países ratifiquen la Convención lo antes posible para que se convierta en un instrumento activo y con obligaciones legales para los estados" dijo Rooke. "30 países deben ratificar la Convención para que esta se ponga en marcha, pero el impacto que tendrá en la lucha contra la corrupción dependerá de su implementación efectiva y aplicación por un gran número de países."
"Como instrumento global anti-corrupción, la Convención es una oportunidad única para crear conciencia pública y compromiso para frenar la corrupción", dijo Rooke. "Esto incluye tener conciencia de la seriedad del tema y de la existencia de pasos que se pueden seguir para disminuir la corrupción. La Convención es la evidencia de un compromiso global y provee a los ciudadanos en todo el mundo de ciertas bases que aseguren que sus respectivos gobiernos las cumplen." Por esto TI apoya la idea de declarar el 9 de Diciembre como el Día Internacional Anti-Corrupción.
El texto completo de la convención de las Naciones Unidas contra la corrupción.
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